José era un hombre cordial, casi nunca hablaba, más bien escuchaba atentamente a todo el mundo, sobre todo a los niños, era todo un sabio y todos lo queríamos mucho.
Era el año 2012, tiempo para unas nuevas elecciones para elegir un nuevo presidente.
La derecha fascista estaba desesperada, perdieron la consulta a la enmienda constitucional del año 2009, que ampliaba los derechos a los ciudadanos para postular al candidato o candidata de su preferencia el tiempo y las veces que el pueblo lo considerara útil para ser el conductor del país, también el referéndum revocatorio solicitado para terminar el periodo presidencial del Presidente Chávez fue un tremendo fracaso para aquellos grupos opositores que invocaron la consulta.
José fue invitado a participar a un debate sobre la necesidad de que el presidente Hugo Chávez fuera el candidato para estas próximas elecciones.
José nunca antes había hablado ante tanta gente, sus pensamientos corrían tan rápido que tuvo que tomar una alta dosis de aire cuando fue anunciada su participación.
José se acerco lentamente al podio de oradores, sus años pesaban sobre su humanidad, tenia 80 años.
La multitud de personas que se encontraban en el nuevo espacio para múltiples usos de la aldea universitaria, hizo silencio;
José se paseo con su mirada, su antiguo barrio era ahora un sitio decente para vivir, todos los servicios funcionaban, la segura existencia de los vecinos de esta zona de Petare estaba asegurada, José pensó en su familia, sus hijos todos graduados, nietas y nietos eran agentes del cambio social promovido por el estado socialista.
¡Camaradas! “Le doy las gracias por esta oportunidad de dar mi humilde opinión de porque el comandante Chávez debe seguir siendo nuestro conductor, pero creo que es pertinente contar mi historia, que es la misma que la de ustedes”, aplausos.
“Yo era invisible, nosotros éramos invisibles”, aplausos, “Solamente nos hacíamos visibles cuando bajábamos de muestro guetto, trabajar por míseros sueldos y construir las mansiones de las urbanizaciones, mientras que nuestras casas eran de cartón, bajábamos a construir las autopistas donde los carros que no eran de nosotros podían circular, mientras que nosotros nos devoraba el cansancio, esperando un misero trasporte que nos regresara a la tierra donde no había sueños ni esperanzas” silencio total.
Las lágrimas brotaron en la mayoría de personas que se encontraban en La bombilla. Es la pura verdad asintió con su cabeza un señor que perdió su mano derecha trabajando en una fabrica y su pago fue el despido sin ninguna consideración, es mas perdió su mano por falta de atención medica.
José tosió repetidas veces, trataba de aclarar su garganta, en su rostro brillaban sus lagrimas, pero esta vez eran de alegría, el sabia que sus compatriotas ya no eran explotados o explotadas sino mas bien eran agentes protagónicos de sus vidas y participaban activamente por la meta suprema…Justicia social.
“Si, amigos, amigas”, continuó José, “Éramos invisibles hasta que nos arrechamos y bajamos, esta vez no para ser explotados o para recoger limosnas, bajamos para hacernos visibles, para gritar a todo pulmón ¡estamos vivos, existimos, somos visibles, somos ciudadanos de esta patria!............¡No queremos y no permitiremos mas que nos exploten, que nos sigan pisoteando!
“Ese día llamado Caracazo, hizo temblar aquellos que
Temían que algún día los invisibles de los cerros bajaran, que la chusma como nos llamaban bajaran……y bajamos, decididos a cambiar las cosas, pero el ejercito comandado por las fuerzas supremas del mal nos hicieron invisibles otra ves, a muchos los hicieron invisibles para siempre, acribillados y botados sus restos el la peste, en los brazos de su madres, en algún hueco olvidado” Aplausos.
“Hoy quiero hacer visibles a todas y todos que vertieron su sangre por nosotros, los olvidados del pasado y hoy reivindicados por la revolución, hoy tenemos el poder, dignidad, alimentos, salud, educación, hoy somos hijos de la patria que soñó Bolívar”.
¡Camaradas! “El proceso revolucionario no tiene vuelta atrás y para no ser divididos yo le doy mi voto al líder y comandante de nuestra revolución”; “Piensen un poco” ¿Quiénes éramos nosotros antes de la llegada por el voto popular del camarada Chávez?..”Se los voy a recordar, éramos los invisibles históricos, los pata en el piso, el lumpen, los negros, desdentados y chusma”…Aplausos.
¡Compatriotas! “HOY SOMOS VISIBLES”
¡VIVA LA REVOLUCION!
¡VENCEMOS!
Alfredocorrea56@yahoo.com