Por fin recibí la llamada telefónica esperada.
Las instrucciones claras y cortas; Martes, 8pm, en el boulevard de Sabana Grande a la altura del Gran Café, contraseña- *Hace frío en el cielo*, Respuesta*También en el mar*.
Llegué al Gran Café a las 7.30pm, me senté en una de las mesas que daban a la calle, pedí un chocolate caliente.
Todo empezó hace siete meses cuando me abordó un individuo que conocí brevemente en la decada de los ´90, este hombre estaba relacionado a un grupo subversivo que fue infiltrado por la Disip.
Hola amigo ¿Te acuerdas de mi?----Brevemente----¿Cuál es tu nombre?----¨?El tuyo es?----José, José Belandia----Me puedes llamar Rodrigo, contesté con recelo----Supe que ya no trabajas para la Disip-----Hace años, estoy sin trabajo----Y tú, te ves bien, elegante----Me rebusco, tal vez te pueda ayudar----¿Cómo?-----ya veremos, toma mi teléfono, llámame el lunes, almorzamos, nos tomamos unos tragos y conversamos----Esta bien.
Llegue a la pensión, entré al cuarto, me serví un ron, empecé a buscar en el archivo de la memoria…Belandia, Belandia sabia que había estado preso..Ah, claro, ese pajarito cantó todo sin darle un coñazo y después nos ayudó a infiltrar un funcionario en su organización subversiva ¿En que estará metido ese huevón? ¡Se ve próspero!, el lunes lo llamo.
La cita fué en un restaurante ubicado en las Mercedes, el lujo del sitio era impresionante.
Me dirigí a la barra, pedí un güisqui, después de servido ojeé el lugar buscando a Belandia, nada, no estaba ¿Como voy a pagar el güisqui?----¡Hola! Rodrigo---El coño de madre me sorprendió por la espalda----Te estaba esperando----Aquí estoy.
Nos tomamos un litro de 18 años, comimos a gusto, hablamos de todo, al final sobre mi antiguo trabajo, Comisario de la Disip.
A José lo veía a menudo 3 o 4 veces por semana, salíamos a bonchar, nos emborrachábamos, hablábamos de la vida y de la muerte; José pagaba todas las cuentas y me daba dinero para ayudarme..El decía que nuestro lazo estaba hecho.
La última vez que lo ví me contó que un amigo estaba interesado en conocerme y tal vez darme trabajo; La paga es generosa, repetía una y otra vez----¿De que se trata el trabajo? Pregunté----Es algo delicado, peligroso compai, pero tú te la sabes todas, estas entrenado para ese trabajo, mi amigo te lo dirá, lo que quiero saber ahorita mismo es si estas dispuesto a echarle bolas, te lo digo para no hacerle perder tiempo a mi amigo, si es un si Chévere para ti, mucha plata, si es un no, bueno allá tú-----Si, ponme en contacto repliqué, ya lo había pensado, estaba esperando la propuesta---Así se habla, vamos a celebrar; Mesonero tráeme una botella de Champán.
Eran las 8pm y nada, Ya aparecerá me dije; 9PM, me voy, pagué la cuenta y camine hacia el metro, bajé por las escaleras mecánicas, cuando llegué a la rampa se situó a mi lado un hombre; Hace frió en el cielo, También en el mar contesté----Entre al vagón y salga en la salida Chacao, el hombre se perdió entre las personas.
Ya en la salida se acercó un hombre de unos 40años, contextura fuerte ---¿Cómo esta señor Rodrigo?----Bien y usted----Caminemos----Como usted diga----Lo que hablemos queda entre nosotros, si no lo consideraré una violación a la palabra y eso trae consecuencias ¿Estas de acuerdo?----Si----Necesitamos un entrenador en varias áreas----Siga----Explosivos, documentos, organización de células----Me entrenó el Mossad---Lo sé ,harás un buen trabajo, toma el periódico ya lo leí----Gracias----Otra cosa, no llames mas a José.
Al llegar al cuarto que tenia alquilado abrí el periódico, un sobre con billetes de 100 Bs. fuertes, conté 5000 y una nota*Alquila una casa discreta, Segura*; Me recosté en la cama, ¿en que vaina me metí?
Alquile la casa segura en Bello Monte, Alex trajo un camión lleno con cajas de todos los tamaños y bien empacadas.
Tenía finalmente todos los materiales para trabajar, explosivos, mechas, detonadores, armas,
Computadoras; Abrí una caja llena de panfletos,
*Frente Revolucionario Che Guevara*, muerte a la oligarquía, estaba absorto leyendo cuando Alex me dijo con hipocresía y riéndose ¡Ahora somos de la Izquierda!, Viva la revolución----La CIA se las sabe todas, pensé.
Los atentados con bombas caseras de baja intensidad empezaron a crear un clima de zozobra, los medios cómplices del plan culpaban al Gobierno y a sus militantes de tales actos.
Teníamos a 3 tontos útiles en la célula, camaradas descontentos de un grupo anárquico, ellos creían firmemente que con estos actos se iba acelerar el proceso revolucionario, lo que no sabia uno de ellos es que la bomba que le armé, al activarla le iba a explotar en su propia cara.
Nos encontrábamos en la casa toda la célula, sonó el timbre, nos vimos las caras, me paré y ví por la mirilla de la puerta, era la vecina ¿Qué desea?----Le traigo un dulce de lechoza----Espere que le abro, mientras hacia señas a mis compañeros con la mano, abrí la puerta, las ventanas opuestas a mi explotaron mientras que la puerta era empujada con fuerza me tumbaba, oí disparos, gritos, el resplandor de la bengala me cegó. No te muevas hijo de puta, un cañón me apuntaba en la cara. Las fuerzas especiales de la Disip tenían el control, el cuerpo de Alex yacía en el piso con un disparo en la frente.
Al salir esposado de la casa ví a José en un vehiculo policial----EL que delata, traiciona siempre.
alfredocorrea@yahoo.com
