Por fin me recogieron, he estado atrapada mucho tiempo en ese montón de piedras. Una niña, de nombre Miranda me vio y dijo “Que bonita esta semilla, esta la voy a sembrar yo misma, mientras se la enseñaba con orgullo a sus compañeros de esa brigada conservacionista, creo que se llama “Misión árbol”.
Ahora me siento bien, estoy alegre, se que pronto volveré a la tierra y me convertiré en un hermoso árbol. Le daré sombra al sediento, fruto al hambriento, con mis ramas secas calentare al que tenga frío, daré fuego para cocinar divino, los niños se treparan rascándome la corteza y seré refugio para esos pajaritos que me cantan en la madrugada y en la tarde antes de que duerman seguros en mis ramas.
Les voy a contar mi historia: Hace mucho tiempo, mi Mamá fue derribada por unos facinerosos, la cortaron de raíz, para bajar un nido de Guacamayas. Pero antes de que sucediera ese crimen, el viento nos trajo noticias de la Amazonia donde están arrasando a todas nuestras especies, con todo tipo de excusas, si no es porque necesitan tierras limpias para el ganado, es porque los mineros buscan piedras preciosas u oro, también para hacer casas, ruedas de goma con nuestra sangre para automóviles contaminantes, papel para periódicos, medicinas para curar las enfermedades que ellos causan con comida chatarra.
Después de la primera guerra mundial, donde se mataron los hombres como animales, vinieron extranjeros a marcar los árboles con una tiza y después más atrás venían con sierras a derribarnos con la excusa de reconstruir lo que ellos mismos destruyeron. Después vino una segunda guerra mundial, los mismos hombres llegaron a tumbarnos para volver a reconstruir lo destruido otra vez por ellos. Ellos no sembraron ni un arbolito. Los animales que vivían en nuestra sombra desaparecieron. Son tan brutos que no han comprendido nuestra importancia, somos la fuente del oxigeno que ellos respiran, sin nosotros no hay lluvia, ni ríos....ni vida.
Miranda me preparó un tiesto rico en nutrientes, abrió un hueco con su dedito y me puso en el, tapándome con tierra negra y echándome agüita cantó........................................ “Al árbol debemos solicito amor”
Alfredo Correa
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