Yo vivía en la cabeza del Sr. Carlos Andrés y una noche mi casa fue sacudida por una vomitadera que tuvo a bien hacer el sistema inmonulógico por exceso de un polvito blanco, pastillas de esas que llaman anfetaminas y de una mezcla de alcohol excesiva.
Yo me encontraba parasitando en su cabeza y a la cual le quedaba poco que comerle, en pocas palabras estaba pasando trabajo, apenas subsistía, estaba como el pueblo que el referido gobernaba. Ustedes saben que cada vez que mentía, mandaba a matar, no cumplía con su palabra, se le agriaban las neuronas, “que era mi plato preferido”. El toxico invadió otra vez el cerebro de Carlos. “Es el momento de buscar otra cabeza”
Salí expulsado por la boca, en un mar de caña, caviar, caraotas negras, coca, ácidos estomacales y otras sustancias descompuestas.
En la cama yacía una Femme, el vómito le cayó encima. Yo aproveché para situarme es sus labios, no entre porque la pobre estaba como el susodicho. Carlos estaba en el piso. Manuelito, que era su paje entró a la habitación alertado por los extraños sonidos pero conocidos. Se arrodilló al lado del cuerpo de su protector... ¿Como se siente presidente? déjeme llevarlo a su cama, se ofreció, levantándolo por los brazos ¡En la cama esta Cecilia! bañada en... “No seas bruto, esa es otra, la que me trajiste ayer” regañó Carlos a su paje.
El presidente ya dormía en otra cama con unos ronquidos que opacaban el canto de las ranitas caraqueñas. Manuelito estaba en la otra habitación, ya había limpiado el desastre, trataba de levantar a la Femme, que no daba signos de querer levantarse ¡Que bella es! No aguanto la tentación y la beso en la boca. Yo aproveché la situación porque las endorfinas, producto de la excitación me abrieron el apetito. “Un nuevo hogar” dije, entrando al cuerpo del desconocido.
He habitado muchos años en la cabeza de Manuelito, ahora dizque candidato. Amigos lectores, que leen mi trágica vida. Les puedo decir con propiedad “Que Manuelillo, es una cabeza hueca”, ahí no hay nada de nada, es un hombre cobarde, loco, villano, ambicioso, advenedizo, intruso, violento, orgulloso, pedante, intrigante, indecente, rencoroso, sanguinario, inconsecuente, falso, pérfido, vendido, traidor, presuntuoso, engañador, secesionista, delincuente, calumniador, aprovechador, cruel, depravado, exterminador, abominable, usurpador, inmoral, descarado, estúpido y el más mentiroso que yo haya conocido........ Esto que cuento no son “cantos de parásitos ni de ballenas”, es la pura verdad.
“YO COMO QUE ME VOY A MUDAR PARA LA CABEZA DEL PUEBLO BOLIVARIANO” ¡si me dejan!, deseó el parásito.
Alfredo Correa
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