El compatriota llegó hora y media más tarde de lo pautado. La franela que llevaba puesta era roja, con una inscripción que decía “Patria o Muerte” y una foto del “Che”, en su cintura tres celulares de ultima generación.
Su asistente corrió al verlo “Buenos días Comandante” entregándole unas carpetas desordenadas. El camarada nunca había comandado nada, no estuvo en las Fuerzas Armadas, ni participó en ninguna rebelión, pero le gustaba que lo llamaran “Comandante”.
En el salón había como diez personas, todas se pararon tratando de hablar con él y tocarlo para ver si se les pegaba algo.
José, como se llamaba, el llamado comandante, tomó asiento en un podio a su lado su asistente. El compatriota tomo la palabra, empezó disculpándose por su retraso y porqué la misión encomendada a él no había dado los resultados esperados. Su misión consistía en formar unos pelotones, escuadras y patrullas para el venidero proceso electoral.
Cuando explicaba que la responsabilidad no era de él, sonó uno de sus celulares. Con una sonrisita y señalando con el dedo al teléfono salió del cuarto.
¡Hola mi amor!, como estas, no te he llamado porque estoy muy ocupado, tu sabes la revolución primero, pero te prometo que esta tarde lo pasaremos divino, alquila una habitación y espérame a las 3 en punto, repícame para saber el número del cuarto.
Regresó al podio, todo el mundo tenia su propia agenda de conversación.
El comandante le dio unos golpecitos al micrófono y todos callaron disciplinadamente. Me acaban de llamar de la casa militar, tengo que salir para allá al mediodía y dejaré a mi asistente con todo el material para la nueva línea estratégica que yo mismo diseñé.
En eso volvió a sonar otro de sus teléfonos con un sonido de diana de combate. Volvió a señalar el teléfono y se fue al cuartito, donde reposaba propaganda electoral que nunca fue, ni distribuida, ni pegada.... “Hola pana” la jevita me llamó, la voy a ver a las tres, dijo José agarrándose las bolas. Espérame a las doce en el restaurante de costumbre, “Tengo viáticos” agregó
El comandante no tenia la franela roja puesta, divisó a su amigo en el sitio acordado, se encontraba con tres hombres, la botella de whisky iba ya por la mitad...Hola José, te presento a los compatriotas de los que te he hablado. José después de estrechar las manos se sentó, sirviéndose un palito.
Carlos el amigo del comandante dijo,“este es el hombre”. Explícale Juan Carlos. Bueno me he estado reuniendo con gente del comité de enlace de Rosales, nos prometieron no meterse en nuestros negocios ni quitarnos nuestras cosas...En pocas palabras van a respetarnos. Pero eso si, nos piden a cambio que les demos información de toda la estructura, nombres, direcciones, caletas, conchas y teléfonos de los compatriotas. ¡Hasta podríamos trabajar en el nuevo Gobierno!.
Yo voté por Chávez dijo un gordito, de nombre Aurelio, pero panas, ese lenguaje vulgar, querer dividir a los Venezolanos, llamar Diablo al Presidente Bush ,el más arrecho de todos, el país mas poderoso de la tierra y llega este zambo a insultar a todo el mundo, a nosotros...Si él lo hubiera hecho de otra forma, sin aliarse con los comunistas, con ese Castro maldito y ahora querer fabricar bombas atómicas, ni de vaina...Los comprendo a ustedes que si son revolucionarios de verdad y que han sido engañados, pero llegó la hora de tomar decisiones serias, agrego el gordito.
Y además eso de que todos seamos pobres, que Fidel eduque a nuestros hijos no me la calo, vociferó el otro personaje, que ya estaba pasado de tragos.
El celular del comandante sonó,” alo” dijo con arrechera, su cara se puso pálida, contestaba con palabras como ¡Eso no es así, yo no fui, siempre he trabajado por el pueblo, lo informaron mal. El teléfono se le cayo de las manos, viendo a sus nuevos amigos exclamó “Me descubrieron, estoy botado.
“Ojo pelao con los infiltrados(as) en este proceso”
El comandante no tenia la franela roja puesta, divisó a su amigo en el sitio acordado, se encontraba con tres hombres, la botella de whisky iba ya por la mitad...Hola José, te presento a los compatriotas de los que te he hablado. José después de estrechar las manos se sentó, sirviéndose un palito.
Carlos el amigo del comandante dijo,“este es el hombre”. Explícale Juan Carlos. Bueno me he estado reuniendo con gente del comité de enlace de Rosales, nos prometieron no meterse en nuestros negocios ni quitarnos nuestras cosas...En pocas palabras van a respetarnos. Pero eso si, nos piden a cambio que les demos información de toda la estructura, nombres, direcciones, caletas, conchas y teléfonos de los compatriotas. ¡Hasta podríamos trabajar en el nuevo Gobierno!.
Yo voté por Chávez dijo un gordito, de nombre Aurelio, pero panas, ese lenguaje vulgar, querer dividir a los Venezolanos, llamar Diablo al Presidente Bush ,el más arrecho de todos, el país mas poderoso de la tierra y llega este zambo a insultar a todo el mundo, a nosotros...Si él lo hubiera hecho de otra forma, sin aliarse con los comunistas, con ese Castro maldito y ahora querer fabricar bombas atómicas, ni de vaina...Los comprendo a ustedes que si son revolucionarios de verdad y que han sido engañados, pero llegó la hora de tomar decisiones serias, agrego el gordito.
Y además eso de que todos seamos pobres, que Fidel eduque a nuestros hijos no me la calo, vociferó el otro personaje, que ya estaba pasado de tragos.
El celular del comandante sonó,” alo” dijo con arrechera, su cara se puso pálida, contestaba con palabras como ¡Eso no es así, yo no fui, siempre he trabajado por el pueblo, lo informaron mal. El teléfono se le cayo de las manos, viendo a sus nuevos amigos exclamó “Me descubrieron, estoy botado.
“Ojo pelao con los infiltrados(as) en este proceso”
Alfredo Correa