EL CAMINO TORCIDO

PORTAL AL MUNDO DE LOS SUEÑOS

martes, 9 de enero de 2007

El comunismo extremo llegó a Margarita.



En una mesa de uno de los más afamados restaurantes del imperio del consumo “Sambil Margarita” se encontraban tres familias amigas, todos ellos(as) tenían el mismo lugar de origen “ciudad Gótica” quiero decir Caracas.

En los pasillos del referido centro no se podía caminar, parecía la hora pico del subway de cualquier metrópolis. Personas de las más variadas procedencias y de diferentes oficios se agolpaban en las vitrinas y puertas de las tiendas esperando que salieran algunas personas para ellos poder entra y comprar cualquier cosa.
Las filas para envolver los regalos eran inmensas, igualmente para poder cancelar lo comprado.

En los restaurantes la comida escaseaba y los clientes eran maltratados sin preocuparse de perderlos, afuera se peleaban por entrar.

Los pasillos estaban llenos de tarantines, donde vendían desde vehículos de Bs. 130 millones, motos de 48 millones, hasta cubículos donde te podías tomar una foto con un beodo “Santa Claus” rojo, rojito, sobre todo su nariz.
Las Santas patinaban con unas minis y por supuesto con unas tetas siliconicas donde se desbordaba la imaginación del deseo y la lujuria.

Afuera en el estacionamiento había más dinero que adentro, los vehículos último modelo sumaban la cantidad de 2.500 sin contar los aparcados afuera del rallado obligatorio.
En los bancos el dinero entraba y salía con la misma facilidad y un porcentaje grande reclamaba que le habían clonado su tarjeta.

Regresando a la mesa en cuestión, la conversación versaba sobre diferentes tópicos: Mi amor gasté solamente cinco millones en los regalitos para cumplir con nuestros amigos, así que dame más para comprarle a nuestras hijas y sobrinos ¡Pero mi vida! Si ellas tienen tarjetas platino. Es verdad mi corazoncito, pero ya se pasaran del límite.

La otra señora le contaba a su amiga que estaba sentada al lado, lo que es yo, no voy a comprar nada ¿tu no oíste lo que dijeron los chavistas? Nos van a quitar todo cuando salgamos por el aeropuerto. Me lo dijo un mesonero ayer, se llama misión confiscación. Un señor que oyó lo que contaba la preocupada señora agregó. No solo eso sino también nuestros condominios aquí en la isla. El grupo que hasta ahora estaba celebrando con buena comida y tragos se le empezaron a arrugar las caras, el disparador (Chávez, chavismo, Régimen, Comunismo, Socialismo) activó a sus mentes disociadas.

En eso se acercó un conocido que sin saludar les explico que venia de su casa y que vio en TV una noticia espeluznante, a partir del año 2007 tendrían que pagar altos impuestos por las tierras desocupadas, Imagínense esa vaina, yo que tengo tantas parcelas tener que pagar para que esos desgraciados se los gasten en carros de lujo.

La paranoia cundió de inmediato, las señoras buscaron sus carteras y se las pusieron en el regazo agarrándolas con las dos manos, una de ellas disimuladamente se quitó las costosas sortijas que llevaba puestas y se las metió en el sosten. Igualmente señalaban a ciertas personas ¡mira ese mono! con tantas bolsas, aquel seguro es comunista, mira aquella que no se sabe vestir.

Uno de ellos llamó por teléfono a su corredor. Gonzalo vende todo lo que tenemos aquí, el comunismo llegó a Margarita.


Alfredo Correa

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente hermano me parece genial vamos a estar compartiendo juntos te envio mi direccion sevillaman@cantv.net

alfredo correa dijo...

Gracias amigo Mnuel por su comentario, tome nota de su direccion.
Alredo Correa

Anónimo dijo...

Querido Camarada Correa: me gusto mucho tu blog, lo estube leyendo y de verdad esta muy acorde a lo que esta pasando sobre todo la OLA DE RUMORES despues del discurso de Chavez!!

Este articulo lo mande a mi cuñada que ya esta paranoica; vivimos en Londres y como comprenderas todo lo que llega aca es basura mediartica de boca en boca!

Gracias otra vez!

Marianella Vivas
vivasmane@yahoo.co.uk

alfredo correa dijo...

Estimado camarada.
Gracias por su comentario, saludos en London a todos.
Alfredo Correa